12 de Junio de 1962
...quizás haya estallado
la Bomba, fuera de mi consciencia.
Sí, así ha sido ciertamente. Y el fin
del Mundo ya ha sucedido: una cosa
muda caída en el contraluz del crepúsculo.
Sombra ¿quién trabaja en esta era?
¡Ah, sagrado siglo XX, región del alma
en la que el Apocalipsis es un viejo evento!
El Pontormo con un operador
meticuloso, ha dispuesto cantones
de casas amarillentas, para cortar
esta luz densa y blanda,
que desde el cielo amarillo se transforma en marrón
empolvado de oro sobre el mundo ciudadano...
y como plantas sin raíz, casas y hombres,
crean solo mudos monumentos de luz
y de sombra, en movimiento: porque
su muerte está en su movimiento.
Pasan, como sin ninguna columna sonora,
automóviles y camiones, bajo los arcos,
en el asfalto, contra el gasómetro
en la ora, de oro, de Hiroshima,
después de veinte años, cada vez más adentro,
en esa, su muerte gesticulante: y yo,
retardatario en la muerte, adelantado
en la vida verdadera, bebo la pesadilla
de la luz como un vino estimulante.
¡Nación sin esperanzas! El Apocalipsis,
estallando fuera de las conciencias,
en la melancolía de la Italia de los Manieristas,
ha matado a todos: obsérvenlos, sombras
chorreantes de oro en el oro de la agonía.
0 apreciaciones personales:
Posta un commento