planeta niño y zurdo
Presentación del libro Plutón canta de Cecilia Eraso en la Feria del Libro de Santiago
Por Pablo Paredes M.
En las respuestas posibles es en donde me interesa particularmente el libro de la poeta argentina Cecilia Eraso. No porque se trate de un momento chileno de la lírica argentina, lo que por sí mismo no lo considero ningún mérito, sino porque de cierta manera me parece escrito en el túnel, o si se prefiere, bajo el peso de Los Andes y, sin embargo, hablando del Cielo profundo que no es Celeste.
Plutón canta es un libro que mantiene la cadencia que caracteriza a parte importante de la nueva creación poética argentina, sin embargo, se abre a un espacio de pre épica, de pre estallido que resulta anómalo y distinto de la generalización de ambas escenas nacionales. Viene la rabia, es un verso que Cecilia no escribe, pero que, sin embargo, aparece y reaparece en las entrelíneas de este texto, como por ejemplo cuando la hablante se enfrenta al misterio del guaraní, a su hostilidad fundada en la indescifrabilidad y ubicado además como un poder dentro del no-poder, es decir el extraño momento del vecino inmigrante pobre. Cito:
dicen en guaraní,
guarangadas que no entiendo;
ahora me veo mirándolos, escondida la mano
ansiosa retorciendo la cortina, es que la ira
se me viene creciendo de impotencia,
y se me va a terminar saliendo por el estómago,
negra como una lengua bacteriana, una que abrace
el mundo y lo infecte hasta caer rendido a mis pies
Por otro lado, si bien la autora se ha referido al título de su obra, escondiendo ligeramente la mano, para mi resulta muy claro el campo de tensiones sobre la que se para o el marco tensional que el título le entrega al texto total. Digamos que Plutón cumple una función astrológica en la medida que es planeta, por lo tanto, su degradación a planetoide, o planeta enano, lo desastrologiza a partir de una convención astronómica. (Recordemos el caso del el signo Ofiuco que intentó hace un tiempo instalarse como una como nueva contratación del Horóscopo). Volvamos, qué pasa con los designios del planeta Plutón cuando Plutón no es más plantea. O si se me permite una bajada a tierra, cómo hablamos del amor de una madre cuando se descubre que la madre tiene un hueco a la izquierda de su pecho. Cito al poema “de este modo Plutón transita”:
qué afán el de la paz diligente,
reposo en el camino y perfección en el cambio,
órbita elíptica cuyos elementos móviles
se retiran con un rastro de petróleo:
ese que premia condenando, que se hunde
en el vacío gaseoso, en la maraña fundante
y arcaica del inicio de las cosas
Plutón canta constituye así una pre violencia, o el terreno para la violencia constituido por una musicalidad tramposa, cuestión que es mérito de la poeta que logra falsear estados para ir instalando la posibilidad de violencia, el futuro ataque como algo sagrado en la medida que es inevitable, de la misma manera cómo es inevitable la tiranía de Segismundo o la noción de natural llegada del Socialismo que tanto espantaba al pobre Gramsci. Cito finalmente: plutón decreta y habrá que acatar mandato/ de final de fiesta y surgimiento a la superficie/ de la parte luchadora.
Este libro me parece es tanto un homenaje a Plutón como una burla, en la medida que entendemos a ese Plutón como el sujeto que circula en órbita elíptica, casi como planeta, de cierta manera como la caligrafía de un zurdo en un curso de niños diestros. Cuánto odian los diestros a los zurdos, cómo quisieran en el fondo de sus corazones que no escribieran con esa mano torpe, cómo quisieran que lo que se escribe con la izquierda no sea considerado, técnicamente, como escritura, sino sólo como escritura enana. Es de cierta forma este texto una pequeña historia del degradado, pues esta degradación es la que constituye el territorio para esa rabia futura. El libro de Cecilia Eraso opta por otra furia, una que de este lado del la cordillera poco comprendemos y que sólo podemos ver desde el ojito del túnel. Sus textos se mueven hacia el Big Crunch, mientras que acá nos movemos con el Big Bang. Aunque claro tanto uso que hago de la palabra “nosotros” y “ellos” en vez de hablar de frentón de mi yo y su tú podría estar curvando el tiempo, claro más por falta de profundidad que por asuntos de ecuaciones astronómicas. Lo que quiero decir acá, es que para mí resulta misteriosa esta fuerza de implosión de Eraso cuando por acá todo ha sido explosión, creer en la expansión permanente de la furia. Pero claro hay un hecho innegable en el universo de “Plutón Canta”: todo viene de vuelta, todo se concentra, todas las cosas se harán una semillita negra, todos los niños argentinos se concentrarán en un solo cuerpecito y ese cuerpecito reventará.
{Muchas muchas gracias, Pablo}
2 apreciaciones personales:
qué buen texto
Sí, la verdad, un honor
Posta un commento